Dos años y contando...

“En Nigeria el tiempo pasa muy rápido”, esa fue una de las primeras frases que me dijeron al llegar a este país y una de las pocas que entendí, porque en aquel momento no hablaba mucho inglés. Lo más difícil de todo esto fue tomar la decisión, lo único que yo sabia sobre Nigeria era que habían participado en algunos mundiales de fútbol y que estaba en África. Así que empecé a preguntar y solo escuchaba historias terribles que me hacían dudar, como ya comente para completar el cuadro mi nivel de inglés era pésimo, pero por el otro lado no estaba nada contento con la situación en mi país y con la de mi trabajo, consulte a mi familia y su recomendación fue que me quedara, Carolina no estaba muy convencida, pero me apoyo y mucho, ya estaba casi decidido a no ir, hasta que justo el día que iba a llamar para rechazar la oferta hice una reflexión final y pensé “ ¿Me podría arrepentir de esto?” y la respuesta fue “si”.

Por lo que llame al headhunter en Londres y le dije “acepto”, tres semanas después estaba aterrizando en Lagos con muchos miedos, dudas y con mi familia y pareja aterrorizadas. Ese día me recibieron en el aeropuerto, estaba lloviendo muy fuerte, como había visto pocas veces, me esperaba un chofer de la empresa para llevarme a un apartamento donde conocí a mi compañero de “flat” (apartamento) un inglés llamado Andy al cual no le entendía lo que me decía, luego de descansar un rato, en la tarde fui a conocer a mi jefe y sus primeras palabras fueron las de la frase con que comencé este post y que siempre quedaran grabadas en mi cabeza.

El resto es historia, la cual tengo el agrado de ir plasmando en este blog poco a poco, no me he arrepentido, no ha sido fácil, pero me ha permitido lograr muchas cosas, no solo materiales sino humanas de lo cual estoy infinitamente agradecido. Cada vez me doy cuenta de que el mundo es más pequeño de lo que pensamos pero que las diferencias son más de las que esperamos, pero sin embargo hay esperanzas porque los corazones son los mismos.